80 aniversario del ataque al golfo de Venezuela: 16 de febrero de 1942
El 16 de febrero del presente año se cumple el 80 aniversario de un importante hecho de nuestra historia contemporánea que ha sido escasamente tratado y poco valorado en su justa dimensión por la historiografía venezolana y, por ende, muy poco conocida por la generalidad de los venezolanos.
En la madrugada del 16 de febrero de 1942, en las inmediaciones del golfo de Venezuela, se realizó por parte de un submarino alemán el primer ataque contra el tráfico marítimo petrolero que transitaba la ruta desde el lago de Maracaibo hasta los terminales petroleros en Aruba y Curazao. Esta acción estaba estipulada en la orden de operaciones West Indien N° 51, promulgada el 17 de enero de 1942 por parte del comandante supremo de la fuerza submarina alemana, el gran almirante Karl Dönitz, desde su cuartel general ubicado la Villa Kerneval, en la costa atlántica francesa y cuyo objetivo era el de interrumpir el flujo del transporte de combustible refinado desde el mar Caribe a los frentes de guerra en Europa Central y África del Norte. El nombre clave asignado a esta acción fue el de Operación Neuland, en español Tierra Nueva.
A las 03:24 hrs. (hora local de Venezuela) de esa madrugada y aproximadamente a 16 millas al suroeste de Punta Macolla, en la península de Paraguaná, el submarino alemán del tipo IX-C 40, U-502, bajo el comando del teniente de navío Jürgen von Rosenstiel, que había zarpado desde el puerto francés de Lorient el 19 de enero, atacó y hundió con sus torpedos G7a al buque petrolero mediado de bandera británica Tía Juana, que navegaba por el golfo de Venezuela, encabezando un convoy de cinco buques tanqueros ligeros de la llamada “Flota Mosquito” que habían zarpado el mediodía del día 15 de febrero desde los terminales de embarque petrolero en el lago de Maracaibo, con destino al puerto de San Nicolás en Aruba. El Tía Juana era un tanquero perteneciente a la Lago Shipping Co. Ltd., con un desplazamiento de 2.395 toneladas brutas de registro. En este ataque perecieron 17 marinos de los 25 miembros de su tripulación.
El hundimiento del petrolero venezolano Monagas
El segundo buque en ser atacado durante esa madrugada fue el tanquero liviano de bandera venezolana Monagas, con un desplazamiento de 2.650 toneladas de registro bruto, que pertenecía a la empresa Mene Grande Oil Co. de Maracaibo y estaba al mando del capitán inglés Walter J. Bushell, y como capitán de bandera se encontraba a bordo el marino margariteño Luis Marcano Gutiérrez. La tripulación del tanquero estaba constituida por 31 marinos, de los cuales 19 eran venezolanos, 3 ingleses, 3 chinos, 3 noruegos y 3 de nacionalidad griega.
El hundimiento del petrolero venezolano Monagas
El segundo buque en ser atacado durante esa madrugada fue el tanquero liviano de bandera venezolana Monagas, con un desplazamiento de 2.650 toneladas de registro bruto, que pertenecía a la empresa Mene Grande Oil Co. de Maracaibo y estaba al mando del capitán inglés Walter J. Bushell, y como capitán de bandera se encontraba a bordo el marino margariteño Luis Marcano Gutiérrez. La tripulación del tanquero estaba constituida por 31 marinos, de los cuales 19 eran venezolanos, 3 ingleses, 3 chinos, 3 noruegos y 3 de nacionalidad griega.
Capitán Luis Marcano, capitán de bandera del tanquero Monagas | Fuente: Alí Brett Martínez
A las 04:32 hrs., a unas 26 millas náuticas al suroeste de Punta Macolla, el Monagas fue impactado en su aleta del costado de babor por un torpedo G7a, lanzado por el U-502, el cual inundó la sala de máquinas del tanquero y generó un fuerte incendio a bordo, siendo abandonado por sus tripulantes. El petrolero detuvo su marcha y se comenzó a hundir lentamente por la popa, pero manteniéndose a flote, por lo que el comandante del submarino ordenó disparar un segundo torpedo como coup de grâce. El Monagas se mantuvo flotando a la deriva y ardiendo durante dos días, encallando finalmente a 4 millas al norte de Punta Espada, en la península de la Guajira. En el torpedeamiento murieron el capitán Walter James Bushell y 10 de sus 31 tripulantes, siendo 3 de ellos de nacionalidad venezolana: el timonel Lázaro Léydenz y los marinos Lázaro Colina y Pedro Tenia. Fueron los primeros venezolanos que murieron en una acción bélica en el mar Caribe durante la Segunda Guerra Mundial. El capitán de bandera, el margariteño Luis Marcano, sobrevivió al ataque, pero sufrió heridas y quemaduras de consideración.
Dos de los sobrevivientes del Monagas, el mayordomo Pablo A. Cañas y el contramaestre Nolasco Zea, fueron rescatados por el cañonero venezolano General Urdaneta que se encontraba fondeado esa madrugada frente a la ensenada de Carirubana y el único buque de la Armada Nacional presente en el área del ataque. Cabe destacar que esta unidad naval estaba al mando del teniente de navío Wolfgang Larrazábal Ugueto, quien años más tarde ejercería el cargo de comandante general de la Armada venezolana y en el año 1958, encabezaría la Junta de Gobierno constituida tras el derrocamiento del general de división Marcos Pérez Jiménez. Los restantes 17 náufragos, fueron rescatados por los buques petroleros Rosalía, y Ramona, desembarcados en Maracaibo un día después.
Continúa la cacería en el golfo de Venezuela
Mientras el tanquero venezolano Monagas ardía en el mar del golfo de Venezuela, a las 04:48 hrs., el U-502 iniciaba la persecución y cacería del tanquero británico San Nicolás de 2.391 toneladas brutas de registro, que trataba de escapar del ataque. Después de poco más de una hora de persecución, el U-502 logró alcanzar a su presa y le lanzó un torpedo que impactó en la medianía del casco del petrolero británico. Se hundió rápidamente envuelto en llamas, fallecieron 7 miembros de su tripulación y lograron sobrevivir 19 marinos, de los cuales 4 fueron rescatados por el tanquero Yamonota y llevados a Aruba en las primeras horas de esa mañana. Los tanqueros Sucre y Yamanota, los últimos buques de la formación del convoy, corrieron con mejor suerte al escapar del submarino alemán y llegar en horas de la mañana al puerto de San Nicolás en la isla de Aruba.
Mientras despuntaban las primeras luces del alba, (06:00 hrs) el U-502 tomaba rumbo al oeste, alejándose del área donde se hundía el San Nicolás. Minutos más tarde y mientras navegaba en superficie, el submarino germano fue detectado y atacado por un bombardero A-20 Havoc del 59° escuadrón del cuerpo aéreo del ejército norteamericano, basado en Dakota Field, ubicado en Aruba. Realizando una inmersión de emergencia para evadir al avión enemigo, el U-502 escapó sin sufrir averías del ataque del bombardero. Mientras navegaba a profundidad de periscopio, a las 07:35 hrs, el U-502, divisó al tanquero SS Ramona de la British American Oil Co. que navegaba con rumbo al puerto de Maracaibo. Rosenstiel se dispuso a interceptarlo y al estar a 800 metros del objetivo, realizó el lanzamiento de dos torpedos, los cuales fallaron al pasar por debajo del casco del buque petrolero sin hacer explosión. Ante esta falla de torpedos y dado que no era factible un ataque en superficie utilizando el cañón de 105 mm. emplazado en la cubierta principal, debido a la claridad de la mañana y a la presencia del patrullaje aéreo desistió de continuar con el ataque y decidió dirigirse a la entrada de la bahía de Boca de Las Piedras para verificar la presencia de tanqueros con el fin de atacarlos. Mientras el U-502 mantenía rumbo a Las Piedras, divisó al cañonero venezolano Urdaneta que patrullaba el área en busca del submarino agresor y lo evadió. El comandante del U-502 decidió concluir el ataque y puso rumbo norte para abandonar el golfo de Venezuela y finalizar de esta forma el primer ataque en mar interior venezolano de los submarinos alemanes dentro del contexto de la Operación Neuland. Poco más de tres horas duró el ataque y en total, 7.436 toneladas de registro bruto de buques petroleros fueron enviadas al fondo del mar esa madrugada.
Los ataques se extienden a lo largo de las costas venezolanas
Mientras eso ocurría en el golfo de Venezuela, otros dos submarinos alemanes, el U-156 y el U-67, cañonearon las refinerías de Aruba y Curazao y atacaron varios buques anclados en aguas cercanas a esas islas, entre ellos, los tanqueros británicos Pedernales y Oranjestad, el petrolero norteamericano Arkansas y el holandés Rafaela, mientras el U-129 se encontraba patrullando frente al Delta del Orinoco en búsqueda de objetivos.
Ataque al golfo de Paria
El ataque del U-502 en mar y aguas interiores venezolanas no sería el último, pues el 18 de febrero, el submarino alemán U-161 al mando del teniente de navío Albrecht Achilles, en una audaz maniobra, penetró navegando en superficie al golfo de Paria a través de Boca de Dragones y hundió dos buques que se encontraban fondeados frente a Puerto España: el mercante norteamericano Mokihana y el buque tanquero británico British Consul, para luego burlar las defensas costeras aliadas y escabullirse entre los buques de guerra ingleses que patrullaban las aguas del golfo de Paria. Escapó ileso de su intrépida incursión, refugiándose al día siguiente en la costa oeste de la isla de La Blanquilla.
El impacto inicial de los ataques submarinos en Venezuela
Tras los ataques realizados por los primeros cinco U-Boote durante el mes de febrero de 1942, el tráfico marítimo entre Maracaibo, Aruba y Curazao fue temporalmente interrumpido. Los aliados implementaron el patrullaje aeronaval en el golfo de Venezuela y el golfo de Paria, adoptando posteriormente el mecanismo de formación de convoyes para proteger sus buques mercantes, tal como lo habían hecho en las rutas del Atlántico Norte.Asimismo, los petroleros que navegaban por el golfo de Venezuela fueron artillados y escoltados por buques de guerra aliados.
El presidente Isaías Medina Angarita, a través de su canciller Caracciolo Parra Pérez, emitió una fuerte nota diplomática de protesta al gobierno del alemán en la que reiteró la suspensión de las relaciones diplomáticas, pero no declaró la guerra al Tercer Reich sino hasta febrero de 1945.
Medina también decretó el servicio en campaña para las tropas nacionales y se adoptaron severas medidas de seguridad interna. El impacto en el devenir cotidiano de Venezuela, se reflejó en el desabastecimiento de productos de uso diario, como también el del encarecimiento del combustible automotor.
Balance final de la Operación Neuland en mar venezolano
Sin embargo, la Operación Neuland apenas comenzaba y pasó mucho tiempo para que el último submarino alemán abandonara el Caribe venezolano. Los submarinos alemanes continuaron incursionando a lo largo de las aéreas marítimas y costas venezolanas hasta el mes de agosto de 1944. Operaron en ese período 28 U-Boot que realizaron 32 incursiones de guerra, hundiendo o averiando 70 buques aliados, de los cuales 30 fueron petroleros de distinto tipo, 14 buques de transporte de bauxita, 19 buques mercantes de carga general, como también un buque de guerra norteamericano, un transporte de la clase Liberty Ship y 5 veleros que representaron 377.414 toneladas de registro bruto. Unas acciones con las que privaron a las fuerzas aliadas de los combustibles, materiales, equipos y demás recursos provenientes del Caribe, requeridos en los frentes de guerra europeos. En muchos casos, los U-Boot utilizaron islas y costas venezolanas como área de madriguera o alivio, de acuerdo con lo asentado en los respectivos diarios de navegación de las unidades germanas, siendo apoyados por agentes y redes de inteligencia alemanes (E-Deinst y Abwher) que operaron desde territorio venezolano.
Reflexiones sobre el impacto en Venezuela de las operaciones navales alemanas durante la Segunda Guerra Mundial
Dado que el desarrollo de la guerra submarina en las costas venezolanas fue ampliamente documentado y reseñado por la prensa nacional e internacional, resulta paradójico constatar que habiendo sido un hecho altamente noticioso en su momento y de significativo impacto en el devenir nacional de la época, hoy día no se recuerde y no estén presentes en la memoria histórica de los venezolanos estos hechos acaecidos hace tan solo 80 años, lo que evidencia la poca memoria histórica y hondos vacíos en nuestra historiografía contemporánea.
Igualmente, es importante el destacar que muchas de las variables geoestratégicas y geoenergéticas que se conjugaban en el área marítima venezolana durante la Segunda Guerra Mundial, hoy día todavía se encuentran vigentes.
Fuentes
Primarias
ACMRE: Archivo de Caracciolo Parra Pérez. Expediente N° 037, año 1942, folios 3-4.
NARA. National Archives of Records Administration at College Park, Maryland, U.S.A. Modern Military Headquarters Branch Military Archives, Division. Records Relating to U-boat Warfare, 1939-1945.Anotaciones del diario de navegación (kriegstagebuchKTB) del U-502 día 16de febrero de 1942, cuadricula EC 9474. Fuente N.A.R.A. PG 30539/, páginas de la 26 a la 30.
MA. Bundesarchiff- Militärarchiv. Freiburg Alemania.
Secundarias
BRETT MARTÍNEZ, ALÍ. 1998. Aquella Paraguaná. Fondo Editorial Ali Brett Martínez, Fundación Amigos de la Cultura de Paraguaná, 2da Edición.
DÖNÍTZ, KARL. 1959. Diez años y veinte días. 528. Barcelona-España, Luis de Caralt Editores.
FARAGE DANGEL, LUIS (Compilador). 2010. Venezuela y La Segunda Guerra Mundial. 1939-1945. 367. Caracas. Armada de la República Bolivariana de Venezuela, Coordinación editorial Edgard Blanco C.
KELSHALL, GAYLORD T. M. 1994. The U-Boat in the Caribbean. 517. Annapolis, Maryland. USA, Naval Institute Press.
Otras publicaciones
FARAGE DANGEL, LUIS “La Operación Neuland, Los ataques de submarinos alemanes en aguas venezolanas durante la Segunda Guerra Mundial”. en Revista Mañongo, Nº 41, Vol. XXI, julio-diciembre, Ediciones UCAB, Caracas, 2013.301-320.
CARLOS E. HERNÁNDEZ GONZÁLEZ, LUIS FARAGE DANGEL Coordinadores. Dossier “Venezuela en la Segunda Guerra Mundial” Revista El desafío de la Historia N° 28, Año 4, Grupo Editorial Macpecri, Caracas 2011. pp.39-75