Wednesday, 26 October 2022

UN MUNDO ACTUAL AL REVÉS : ¿ADÓNDE VAMOS¡? (resumen de lo que vemos actualmente)

 Es  realmente preocupante ver como los seres del mal, los demonios, comunismo,(nom)(nwo), avanzan cada vez mas apoderándose del mundo poniendo en peligro la integridad y la libertad de las  nuevas generaciones ante la mirada indiferente de los organismos que pueden detener ese avance y no se ocupan de ello. 

Puede que quizás se "preocupen", pero no se ocupan.

Què hacen los "supuestos organismos internacionales" creados para controlar un mundo que funcione adecuadamente y no que se convierta en un mar de ilegalidad, de daño ,  de terrorismo, de maldad, de destrucción lejos de aquello 
para lo cual se crearon?


A todo esto debemos agregar otros elementos que invaden el mundo con ideologías perversamente primitivas y han venido precisamente avanzando con paso firme y silencioso en occidente.


















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      Algo más sobre nuestra tierra y el Irán

                                                                                                                                    Oswaldo Páez-Pumar

                Ya hemos expuesto algunas ideas sobre el acuerdo concertado sobre nuestro territorio por el usurpador Maduro con la República Islámica de Irán; y las violaciones que comparta tal acuerdo a varias de las disposiciones constitucionales referentes al territorio que están recogidos en el Título I que contiene nada más y nada menos que los “Principios Fundamentales”, lo que quiere decir aquellos principios en los cuales se basa nuestra identidad como nación.

                Esto significa, que los acuerdos alcanzados carecen de validez por inconstitucionales, pero no se puede detener el análisis de esos acuerdos en la simple calificación de los mismos como inconstitucionales e ilegales, sino que es necesario establecer la existencia o no de responsabilidad de quienes suscribieron tales acuerdos, por lo que es preciso descender del texto constitucional a las normas de orden legal que desarrollan y complementan esos principios dotando a los mismos de la fuerza coercitiva que acompaña al derecho, imponiendo sanciones a quienes violen esos principios.

                De nada valdría enunciar como principio fundamental de la República y como derecho irrenunciable de ésta la integridad territorial, si las acciones llevadas a cabo por los hombres, sin distinción de sexo, que atenten o comprometan esa integridad no son penalizadas, porque lo que caracteriza al derecho como ya señalamos es su coercibilidad, lo que quiere decir que sus reglas van acompañadas de sanciones para quienes las violen, imponiendo así la fuerza para hacer cumplir las reglas establecidas sancionando a quienes las violen.

                Esas sanciones que obran como fuerza coercitiva de las reglas de derecho para que sus normas sean acatadas son de diversos grados entre los cuales podíamos comenzar por señalar como la menor la amonestación, a la que seguiría la multa, luego el arresto, la prisión, el presidio y finalmente la pena de muerte reservada para los delitos de mayor gravedad y que en nuestro tiempo tiende a ser suprimida en una buena mayoría de las naciones, con independencia  de la forma de gobierno por ellas adoptadas.

                El instrumento de mayor amplitud y de mayor fuerza para imponer las sanciones que se crean pertinentes de acuerdo con la gravedad de la violación perpetrada a la constitución y a las leyes es el Código Penal, que contiene una relación de las acciones humanas que se pueden considerar delitos o faltas sujetos a sanciones o penalidades, excluida la pena de muerte desde tiempos remotos, en el siglo XIX.

                El primer delito que nuestro Código Penal define y sanciona es la “traición a la patria”, como parte de los delitos contra la independencia y seguridad de la Nación, de la República o de la Patria, como usted lector la quiera llamar. Dada la prioridad que se le otorga procedo a citar su texto: “Cualquiera que, de acuerdo con una Nación extranjera o con enemigos exteriores, conspire contra la integridad del territorio de la patria, o contra sus instituciones republicanas, o la hostilice por cualquier medio para algunos de estos fines, será castigado con la pena de presidio…”.

                El Código contempla para ese delito la más severa de las penas, que es la pena de presidio, ya que como antes señalamos la pena de muerte está abolida. Contempla además como aplicable a ese delito, no solo la tal pena, sino por el tiempo mayor de duración. Treinta años.

                                                                Caracas, 12 de agosto de 2022





El siguiente escrito debe ser leído por nuestros hijos y por todo aquel que no vivió lo que fue PDVSA.
Por José Toro Hardy.

Ni siquiera en un ejercicio desbocado de la imaginación se entiende la destrucción masiva a que ha sido sometida nuestra industria petrolera. Hoy en día sólo quedan las cenizas de lo que  fue PDVSA,  la empresa petrolera de mayor crecimiento en el planeta y que, en menos de 25 años había llegado a transformarse en la segunda mayor empresa petrolera del mundo.

Al observar las inexplicables colas en las estaciones de servicio de todo el país para surtir gasolina, uno no puede menos que experimentar una profunda sensación de tristeza.

Para 1998, PDVSA tenía un potencial de producción petrolera del orden de 3,7 millones de barriles diarios y Venezuela se aprestaba a aumentar su producción por encima de los 5,5 millones de barriles por día gracias a la Apertura Petrolera que se hallaba en pleno desarrollo. Las ventas de nuestra casa matriz petrolera eran del orden de los 35.000 millones de dólares (a pesar de que el precio del barril era de unos $ 12). La capacidad de nuestra refinerías, aquí o en otros países, se acercaba a los 3 millones de barriles diarios. La producción petroquímica de Pequiven (filial de PDVSA) era de 4,1 millones de toneladas por año. La producción de carbón alcanzaba a 5,1 millones de toneladas por año y estábamos produciendo casi 5 millones de toneladas año de Orimulsión (hoy abandonada).

Después de varias horas haciendo cola en estaciones de servicio para surtir combustible, nos viene a la memoria que en 1998 Venezuela era propietaria, total o parcialmente, de más de 20 refinerías en el mundo. Sólo en Venezuela contábamos con seis:  El Complejo Refinador de Paraguaná -en su momento el mayor del mundo-  integrados por las refinerías de Amuay, Cardón y Bajo Grande. En Carabobo teníamos El Palito y en oriente teníamos las refinerías de Puerto La Cruz y la de San Roque. La capacidad interna de refinación de PDVSA alcanzaba a 1,3 millones de barriles diarios y abastecíamos no sólo el mercado interno, sino que exportábamos a todo el Caribe.

En los EEUU éramos dueños total o parcialmente de 8 grandes refinerías: Corpus Christi (100% propiedad de Citgo), Chalmette (50%), Lake Charles (100%), Paulsboro (100%), Lemont (100%), Swenny (100%), Savannah (100%) y Lyondell (42%). Teníamos participación en oleoductos que atravesaban ese país de sur a norte; controlábamos en 10% del mercado interno de gasolina de esa nación y éramos capaces de llevar nuestro petróleo desde nuestros yacimientos hasta el tanque de gasolina de los automovilistas estadounidenses a través de una red de 17.500 estaciones de servicio abanderadas con nuestra marca CITGO, pasando todo el tiempo por instalaciones venezolanas: pozos, refinerías, terminales, tanqueros y súper tanqueros, oleoductos y estaciones de servicio. Contábamos con una integración vertical perfecta.

En el Caribe teníamos refinerías en Curazao y en las Islas Vírgenes, la de Saint Croix (50%) en asociación con Hess. El Caribe era una suerte de “mare nostrum” para el petróleo de Venezuela.

En Europa contábamos con: 4 refinerías en Alemania (50%) en asociación con Ruhr Oel  y varias refinerías ubicadas en Suecia, Bélgica y el Reino Unido en asociación con Nynas.

Nuestra capacidad de refinación, en Venezuela y en el exterior, se acercaba a los 3 millones de barriles diarios (1,3 millones de b/d en Venezuela, 950.000 b/d en los EEUU, 265.000 b/d en Europa, y casi 600.000 b/d en el Caribe).

Hoy somos nada más que un productor marginal de petróleo y un exportador insignificante.  Ya no somos capaces de abastecer ni siquiera nuestro deprimido mercado interno de gasolina y dependemos de que unos pocos buques cisternas extranjeros lleguen subrepticiamente al país.

José Toro Hardy, editor adjunto de Analítica.


 https://nuso.org/articulo/tormentosa-historia-de-una-fidelidad-el-comunismo-latinoamericano-y-la-urss/



https://ramm1943.blogspot.com/2022/07/corte-penal-internacional-dr-alvaro.html?m=1






https://robmart2011.blogspot.com/2022/10/la-tolerancia-y-lo-intolerable.html

https://robmart2011.blogspot.com/2022/10/la-tolerancia-y-lo-intolerable.html


https://robmart2011.blogspot.com/2022/10/jurisdiccion-universal-dralvaro.html









COLABORACIÓN Y ASESORIA LEGAL DEL DR. ALVARO ROTONDARO GÓMEZ



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